1ª Tesalonicenses 2:2 “Dios nos dio valor para anunciaros el evangelio de Dios en medio de una fuerte oposición”.
Mientras leemos las maravillosas cartas del Apóstol Pablo nunca podemos olvidar que todas ellas se escribieron en medio de un contexto de gran oposición. Cuando se inició el movimiento del cristianismo el diablo trató por todos los medios de silenciar, perseguir y destruir a todos los seguidores de Cristo que con pasión y valor predicaban la buena noticia del evangelio. Pablo fue uno de los que más sufrió, él al igual que cada uno de nosotros era una persona normal y corriente, pero en medio de todas sus debilidades siempre experimentó la gracia de Dios sobre su vida dándole valor y sosteniéndole.
Han pasado más de dos mil años y el diablo continúa atacando con intensidad al cristianismo y a todos los hombres y mujeres que se identifican con Jesucristo. Se dice que el mundo ha mejorado con el paso de los años, que somos más respetuosos y tolerantes, pero lamentablemente esa no es la realidad con respecto a los cristianos. Es realmente triste saber que en los últimos siglos han asesinado a más cristianos que en todos los momentos de la historia. Estas noticias jamás las escucharás en los medios de comunicación porque para nuestra sociedad el pueblo de Dios no tiene ningún tipo de valor.
Pero, a pesar de la persecución y oposición Dios ha prometido estar siempre con cada uno de sus hijos. Dios ha prometido que su reino continuará creciendo y extendiéndose por el mundo y que las puertas del infierno no prevalecerán jamás contra su iglesia. El Dios que sostuvo y llenó de valor a los primeros cristianos es el mismo que sostendrá y llenará de valor a los cristianos del siglo XXI. Oremos con intensidad para que el Señor por medio de Su Espíritu Santo nos capacite, nos quite el temor al hombre y sobre todo nos llene con el valor que necesitamos para que podamos predicar el evangelio en medio de la oposición de este mundo.