1º Crónicas 7:5

1º Crónicas 7:5 “Sus hermanos de todas las familias de Isacar, contados todos por sus genealogías, eran ochenta y siete mil hombres en extremo”.

A lo largo de este capítulo se repite y se enfatiza en varias ocasiones la valentía y la fuerza que tenían los hombres de las diferentes descendencias. Cuando Dios creó a Adán como el representante de todos los hombres le encargó tres responsabilidades: pastorear, proteger y proveer. Es muy importante que el hombre sepa ser hombre, y para eso las familias tienen que trabajarlo ya que lamentablemente nuestra sociedad está tratando por todos los medios de confundir la identidad y el rol de los hombres.

Esto no tiene nada que ver con el patriarcado, ni con el machismo, simplemente es una cuestión de roles y del diseño divino. Cuando el hombre ocupa su lugar y su mujer el suyo hay paz, armonía, felicidad y equilibrio. Hemos sido creados iguales en valor y en dignidad, pero diferentes en roles y responsabilidades. No debemos discutir ni entrar en debates por este asunto, más bien lo que necesitamos es abrazar con gozo el llamado que tengamos en nuestra identidad.

Trabajemos para formar a hombres fuertes y valientes que el día de mañana sepan pastorear, proteger y proveer a su familia. En nuestra actualidad tenemos un serio problema ya que muchos hombres se comportan como niños inmaduros y huyen del esfuerzo, del sacrificio y del compromiso. Todo esto en parte es porque estamos malcriando a los hombres. Ora y haz todo lo posible para que tu hijo y los jóvenes de la iglesia se conviertan en verdaderos hombres que estén dispuestos a amar a su esposa y a su familia como Cristo.