1º Samuel 3:7

1º Samuel 3:7 “Samuel no había conocido aún al Señor, ni la palabra del Señor le había sido revelada”.

Samuel fue un joven que nació y vivió toda su vida en el templo. Su madre en agradecimiento a Dios lo ofreció y consagró para su obra y servicio. Me resulta muy interesante ver cómo la vida de este joven giraba alrededor de los asuntos espirituales. Su mente estaba llena de información teórica sobre la persona de Dios, conocía a la perfección los textos de las Escrituras, pero a pesar de todo eso se nos dice que no conocía genuinamente al Señor.

Lamentablemente son muchos los que viven en el mismo terreno que Samuel. Niños, jóvenes, adultos e incluso ancianos que llevan años en la iglesia. Muchos han escuchado hablar sobre Dios, sobre Cristo, cantan, ofrendan, conocen los textos y las historias de la Biblia, pero aún no han tenido un encuentro personal con Dios. Cuando las Escrituras se te revelan, el Espíritu Santo abre los ojos espirituales, te regala Fe, trae convicción de pecado y te ofrece el maravilloso milagro de la regeneración o nuevo nacimiento.

Aquellos que verdaderamente conocen a Dios responden como lo hizo Samuel diciendo: “HEME AQUÍ”. El que tiene a Dios como Padre, sirve y obedece a Dios en todo lo que él pida por medio de su palabra. Analiza seriamente tu vida, no sea que te lleves muchos años pensando que eres hijo de Dios y al final te lleves una terrible sorpresa. Si la Biblia atrapa, conquista y transforma tu corazón, ríndete delante de Dios y vive cada día que tienes por delante bajo el hermoso señorío de Cristo Jesús.