2ª Timoteo 1:12

2ª Timoteo 1:12 “Por su causa padezco esto. Pero no me avergüenzo, porque yo sé en quién he creído y estoy seguro de que es poderoso para guardar mi depósito hasta aquel día”.
 
El Apóstol Pablo sabía que la gran mayoría de sus sufrimientos eran por causa de Jesucristo. A este hombre no le importó padecer por el nombre de su amado Salvador y por su glorioso evangelio. Él jamás se avergonzaría de aquel que estuvo dispuesto a morir en una cruz para perdonarle todos sus pecados. Pablo sabía muy bien en quién había creído y puesto toda su confianza. Jesús no solo murió terriblemente en una cruz, sino que además al tercer día resucitó y ascendió a los cielos para sentarse en su trono a la diestra del Padre.
 
Finalmente, Pablo sabía y tenía la absoluta seguridad que él sería fortalecido y guardado por Dios hasta llegar con éxito a la meta de la eternidad. Todas estas verdades no solo tenemos que saberlas intelectualmente, lo que más necesitamos es atesorarlas en nuestro interior y creerlas con todo nuestro corazón. Si meditamos, creemos y vivimos el evangelio entonces estaremos dispuestos a sufrir e incluso hasta morir por el evangelio. Necesitamos llenarnos del Espíritu Santo cada día a través de las disciplinas espirituales para no avergonzarnos de Jesucristo.
 
Espero y deseo que al igual que Pablo tengas muy claro en quien has creído ya que tu vida estará siempre anclada y fundamentada sobre la fe. Pon tu mirada siempre en Cristo y en medio del caos de este mundo, la oposición y el sufrimiento que experimentaremos por causa del Evangelio, recuérdale a tu alma que Dios ha prometido estar a tu lado y guardar tu vida hasta que llegues a sus brazos de amor.