2º Reyes 8:1 “Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde puedas, porque el Señor ha llamada al hambre, la cual vendrá sobre la tierra por siete años”.
El profeta Eliseo advirtió a la mujer sunamita de la gran crisis que estaba a punto de llegar. El hambre visitaría la tierra y estaría durante siete largos años. Una de las preguntas más difíciles a veces de entender y encajar, tanto para incrédulos como para creyentes, es saber dónde se encuentra Dios en los momentos de sufrimiento. A través de este y otros muchos versículos podemos ver claramente que Dios está muy presente en el sufrimiento y en las catástrofes naturales.
Lo que nos sucede es que hemos realizado una caricatura de Dios. Muchas veces imaginamos a un Dios a nuestra medida y aquellas cosas que no entendemos o no aceptamos, simplemente las rechazamos. Esto es fuerte y una locura para los oídos de nuestra sociedad, pero el versículo sobre el que hoy estamos meditando muestra una vez más la absoluta soberanía de Dios. Él no solo está al control del sufrimiento, sino que además lo permite y lo envía. Esto golpea nuestras conciencias y nuestros sentimientos, pero meditar y acampar sobre estas verdades nos ofrece gozo, paz, confianza y seguridad. El Dios y Padre que nos ama, utiliza todas y cada una de las circunstancias difíciles y de sufrimiento por las que atravesamos para nuestro bien.
Si te das cuenta, fue Dios mismo el que llamó al hambre para visitar a la tierra, pero lo más hermoso y esperanzador es ver como Dios sabía que ese tiempo de crisis duraría exactamente siete años. Si eres hijo de Dios hoy puedes salir de tu casa mirando al presente y al horizonte del futuro con gozo y seguridad en tu corazón. Todo lo que suceda alrededor de tu vida está permitido y orquestado por el Dios que te ama con un amor eterno.