2º Samuel 14:14

2º Samuel 14:14 “Todos, sin duda morimos, pues somos como agua derramada en tierra que no puede volver a recogerse”.

No es muy agradable leer una reflexión sobre la muerte, pero pienso que es necesario tratar y meditar sobre este asunto tan real e importante. Como bien dice nuestro texto, TODOS en el momento menos esperado vamos a morir. Nuestros órganos dejarán de funcionar, expiraremos nuestro último aliento y en ese preciso instante, será el fin de toda nuestra existencia aquí en la tierra. La muerte destroza todas las relaciones personales, la muerte destruye nuestros sueños e ilusiones, la muerte te roba todo lo que hayas obtenido durante años, la muerte en definitiva cierra tu agenda para siempre.

Hoy quiero invitarte a que no solo pienses en lo que vas hacer en las próximas horas o en los planes que tienes para el fin de semana. Piensa por unos minutos si tienes seguridad de lo que sucederá con tu alma cuando la muerte te visite. Tras la muerte tan solo hay dos posibles destinos: el cielo y el infierno.

La biblia enseña que todos los pecadores que hemos vivido en la tierra de espaldas a Dios merecemos el infierno, un lugar terrible donde se sufrirá por toda la eternidad. Por el contrario, todo hombre y mujer que confía y declara a Jesucristo como Señor y Salvador disfrutará por siempre de las bendiciones del cielo junto al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Deseo que en este día la realidad de nuestra condición y la buena noticia del evangelio, transformen tu corazón de manera radical. Arrepiéntete, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.