2º Samuel 2:1 Después de esto aconteció que David consultó a Jehová, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y Jehová le respondió: Sube. David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.
David, a lo largo de las experiencias de su vida, aprendió una lección realmente importante y valiosa: es imprescindible conocer la voluntad de Dios antes de tomar decisiones. En estos momentos de la historia podemos ver claramente cómo David consultó al Señor y esperó su respuesta antes de dar un solo paso.
A través del ejemplo de David, se nos recuerda que en todas las cosas debemos buscar la voluntad de Dios.
La gran mayoría de los errores que cometemos a lo largo de nuestra vida se producen precisamente porque no buscamos la dirección y la voluntad del Señor. En ocasiones nos dejamos llevar por los pensamientos y la corriente del mundo en el que vivimos, otras veces caemos en el engaño de oír y obedecer la voz de nuestro propio corazón. Somos impacientes y muchas veces actuamos impulsados por los sentimientos. Todo esto hace que con el paso del tiempo terminemos lejos del Señor y sufriendo consecuencias por nuestras malas decisiones.
Es urgente que todos aprendamos esta lección. Necesitamos ser mucho más dependientes del Señor, debemos consultar la voluntad de Dios a través de medios como la oración, el ayuno, las escrituras o incluso el consejo de personas que sean maduras, piadosas y temerosas del Señor. Seamos pacientes, no actuemos ni tomemos decisiones hasta que tengamos muy clara cuál es la voluntad de nuestro Padre. Nunca olvides que en el terreno de la obediencia siempre obtendrás la bendición.