2º Samuel 4:1

2º Samuel 4:1 “Se debilitaron las manos, y todo Israel se sintió atemorizado”
 
En estos momentos de la historia, debido a todo lo que estaba sucediendo tras la muerte del rey Saúl, se nos dice que el pueblo de Israel se debilitó y que todos estaban muy atemorizados. Los hombres, que en muchas ocasiones nos sentimos fuertes, seguros y poderosos, con mucha facilidad nos debilitamos y atemorizamos. Es realmente sorprendente ver lo frágiles e inestables que somos. Un día nos sentimos felices y pletóricos, pero al día siguiente, por el contrario, estamos completamente derrotados y abatidos.
 
Nuestros sentimientos y emociones se encuentran en una especie de montaña rusa. Cuando lo que tenemos a nuestro alrededor se tambalea, rápidamente nos debilitamos y atemorizamos. Cuando aquellas cosas que nos ofrecen seguridad, poder y confianza desparecen, entramos de inmediato en el terreno del temor y de la ansiedad.
 
Necesitamos colocar nuestros pies sobre una roca fuerte, firme e inamovible. Necesitamos una roca que no se tambalee a través de los ataques y las circunstancias de este mundo. Tú y yo debemos edificar nuestras vidas sobre la roca del Dios todopoderoso. Sólo en Dios se halla la verdadera felicidad y la seguridad que tanto anhelan y necesitan nuestras almas. Corre hacia el Señor: tus manos se fortalecerán y el temor que conquista tu corazón desaparecerá.