2º Samuel 7:8

2º Samuel 7:8 “Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueras príncipe de mi pueblo Israel”

Después de muchos años y tras un tiempo de inestabilidad y sufrimiento, por fin David llegó a establecerse en el palacio como rey de Israel. Ahora comenzaba una nueva etapa en la que contaba con riquezas, fama, poder y autoridad. Por ese motivo, el Señor le recordó a David por medio de su profeta cuál era su origen y el lugar de donde fue llamado.

El admirado rey de Israel jamás debía olvidar que Dios lo tomó del redil. Ahora contaba con muchísimos lujos, pero antes solo tenía las ovejas de su padre. Todos aquellos que somos hijos de Dios y ahora estamos disfrutando de las bendiciones y de la prosperidad del Padre, no podemos olvidar jamás quienes éramos y cómo nos encontrábamos antes de conocer al Señor.

No dejes de mirar atrás y recordar el redil del que fuiste tomado. No olvides tu pasado para que tu corazón no se eleve ni caiga en la prepotencia, la arrogancia o el orgullo. Recordar nuestra historia nos mantiene humildes y nos coloca en el terreno donde podemos adorar y agradecer a Dios por la inmensa misericordia y fidelidad que ha tenido para con nuestras vidas.