El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Eclesiastés 12:13
Llegamos al final de este fabuloso libro escrito por Salomón, un rey que a pesar de poseerlo todo siempre estuvo vacío. Un hombre que intentó encontrar el cielo en la tierra y tristemente al final de sus días descubrió que la alegría y el gozo solo se hallan en la dulce presencia de Dios.
Qué triste es cuando malgastamos nuestros años viviendo de espaldas al Señor. Este rico pero a la vez pobre anciano antes de concluir su diario nos dejó el consejo más valioso que jamás podremos escuchar: «El TODO del hombre es TEMER al Señor y GUARDAR sus mandamientos».
Te garantizo que si pones en práctica estas sabias palabras, serás la persona más feliz en todo el planeta tierra. Estar en paz con Dios y acostarte cada noche con tu conciencia tranquila es de un valor incalculable. Guarda tu corazón, lucha y esfuérzate en el presente para que en el futuro puedas terminar tu historia con un final feliz.