Efesios 3:12 “En él, mediante la fe, tenemos libertad para acercarnos a Dios con toda confianza”.
Estas sencillas palabras muestran la gran bendición que tenemos todos aquellos que somos hijos de Dios. Desde que la humanidad fue expulsada de la presencia del Creador en el huerto del Edén nadie ha podido acercarse de nuevo a Dios para disfrutar de una relación intima con Él. Si lees con detenimiento todo el Antiguo Testamento podrás ver claramente como el acceso a Dios estaba limitado a ciertas personas y completamente restringido.
Debido a la santidad de Dios los pecadores no podían tener comunión con aquel que es tres veces Santo. Son muchas las escenas en la Biblia donde vemos a Dios prohibiendo al pueblo que se acerque al monte, al tabernáculo o al templo. Pero ahora todo esto ha cambiado, en este tiempo gracias a la obra y los méritos de Jesucristo todos aquellos que contamos con el Espíritu Santo en nuestro interior podemos relacionarnos con Dios. Los que fuimos expulsados ahora somos aceptados, los que estábamos lejos ahora estamos cerca y todo esto no por nuestras obras o capacidades sino por la fe que tenemos en Cristo.
Es por medio de la fe en Jesús que podemos correr hacia el Eterno para disfrutar y relacionarnos con nuestro Padre celestial. Que hermoso que podamos acercarnos a Dios con total confianza y sin ningún tipo de temor. Cristo no solo abrió el camino de nuestra salvación, sino que además abrió el camino para que podamos habitar en la intimidad con Dios. Aprovecha cada día el gran privilegio que tienes de poder adorar, hablar y escuchar al Señor.