Efesios 6:13 “Tomad toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo podáis resistir y permanecer firmes después de haber acabado todo”.
Los cristianos jamás debemos olvidar que mientras nos encontremos a este lado de la eternidad estamos en medio de una batalla espiritual. Este es un mundo caído gobernado por el mismísimo diablo y todo su ejército. No podemos despistarnos ni bajar la guardia porque si lo hacemos entraremos en el terreno de la decadencia espiritual y en muy poco tiempo sufriremos terribles consecuencias. El apóstol Pablo era muy consciente de la oposición que tenemos todos los creyentes, por ese motivo nos exhortó a usar cada día la armadura de Dios.
No es tiempo de estar con el pijama cómodos en el sofa. Es tiempo de levantarnos para luchar por la salud espiritual de nuestras vidas, familias e iglesias. Cristo nos dejó su armadura para que podamos resistir y vencer a todos los enemigos que trataran de dañar nuestras vidas. Necesitamos la armadura espiritual porque nuestra lucha no es contra las personas que nos rodean, sino contra el vasto ejército de espíritus poderosos, malvados e invisibles que controlan el mundo.
El día malo se acerca y solo aquellos que cuenten con la armadura de Dios podrán resistir firmes los dardos y las asechanzas del diablo. Recuerda que somos soldados de Cristo por la tanto debemos estar siempre preparados para defendernos y también atacar en el campo de batalla. Por ultimo recuerda que aunque nosotros somos responsables de resistir y luchar, jamás debemos olvidar que la victoria está asegurada porque el Señor en la cruz del calvario venció a cada uno de nuestros enemigos.