“Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón”. Éxodo 7:7
Faraón el hombre más poderoso y temible en aquella época de la historia una mañana en su palacio recibió la amenaza de dos tiernos ancianitos. Tanto Moisés como su hermano Aarón superaban ambos los ochenta años. Una vez más por medio de esta escena podemos ver claramente que para Dios NO HAY NADA IMPOSIBLE. Dios derrotó al gran ejercito egipcio utilizando las vidas de dos simples y humildes ancianos que cargaban sobre las mochilas de sus hombros casi un siglo de años.
Al reflexionar en esta historia podemos llegar a la conclusión de que realmente ninguno tenemos excusa para NO servir al Señor. Dios puede utilizar a cualquier persona sea cual sea su edad, su condición social o su nivel de conocimiento. Es Dios el que finalmente habilita a cada persona para realizar sus planes y propósitos. Recordemos que siempre junto al llamado recibimos también los dones, los talentos y sobre todo las capacidades que necesitamos.
A lo largo de la historia en la Biblia podrás ver como Dios ha realizado acciones grandes y sobrenaturales a través de niños, jóvenes, adultos, ancianos, hombres y mujeres. Dios es el único que puede llamar a personas torpes, débiles e inútiles para finalmente transformarlas en instrumentos poderosos de su amor y de su gracia. Acude al Señor tal y como eres, con lo mucho o lo poco que tengas, ríndete ante Él y dile “Heme Aquí”, si haces esto de corazón prepárate para comenzar a vivir grandes aventuras junto al Dios Eterno.