Gálatas 6:1

Gálatas 6:1 “Hermanos, si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo con espíritu de mansedumbre”.
 
Pablo en sus últimas palabras a los Gálatas entre otras cosas les escribió sobre la importancia de tener una vida correcta dentro de la comunidad; el apóstol quería que los creyentes realmente se amaran, estuviesen unidos, llevaran las cargas unos de otros y tuvieran misericordia a la hora de exhortar y restaurar a una persona que hubiera realizado una falta. Aquellos que somos espirituales debemos siempre restaurar con espíritu de mansedumbre.
 
Los que andamos en el Espíritu tenemos que demostrarlo en nuestra manera de tratar a las personas. Nosotros estamos llamados a reconciliar, pero también a restaurar a las almas con Dios. Lamentablemente en muchas ocasiones dentro de las iglesias tendremos que enfrentar conflictos y situaciones muy complicadas. A veces hermanos en la fe caerán, pecarán y harán cosas en contra de la voluntad del Señor, pero nuestra función y responsabilidad es tratar siempre al que ha pecado con paciencia, con amor, con gracia y misericordia.
 
Nunca debemos de olvidar que precisamente esta es la manera como el Señor trata con nosotros en nuestro lento proceso de santificación. Dios con mucha paciencia y mansedumbre va tratando con nuestras vidas a pesar de todos los errores que hemos cometido, cometemos diariamente y cometeremos en el futuro. De la misma manera, nosotros tenemos que abrazar, perdonar y restaurar a los débiles en la fe y a todos los hermanos que caen en pecado. Recuerda, hemos sido restaurados para restaurar.