Génesis 21:1

“Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado” Génesis 21:1

La espera se hizo eterna, pero al final Sara pudo abrazar al anhelado hijo de la promesa. Cuando completamente todas las esperanzas y las ilusiones habían desaparecido, el Señor una vez más apareció para traer alegría, gozo y mucha risa.

En ocasiones cuando el tiempo avanza y no vemos resultados solemos “enterrar” las palabras, los sueños o las promesas que Dios nos ha entregado en el pasado. Sara enterró la promesa de ser madre, José enterró el sueño que recibió del cielo e incluso Marta y María enterraron a su hermano Lázaro.

No entierres jamás tu FE, no guardes en el cajón del olvido las promesas y las palabras que el Señor habló claramente a tu corazón en el silencio de la noche. Lee y medita de nuevo unos segundos en este versículo. No olvides que Dios nunca llega tarde, el aparece justo a tiempo; Él cumple todas y cada una de sus promesas, Dios no miente y siempre cumplirá sus propósitos en nuestras vidas.