Génesis 23:2

“Y murió Sara en la tierra de Canaán; y vino Abraham a hacer duelo por Sara, y a llorarla” Génesis 23:2

La amiga, la mujer y la compañera de aventuras de Abraham dejó de caminar junto a su marido. La muerte los separó y el duelo y la tristeza visitaron el corazón del Padre de la Fe. Precisamente la FE es el único remedio que tenemos para superar el terrible desgarro que produce la muerte en nuestras almas.

La muerte es una intrusa que se introdujo en la historia de amor del Dios Trino como consecuencia de la desobediencia y el pecado del hombre. Dios nos hizo y nos creó con el propósito de vivir eternamente, pero la rebelión contra el Creador trajo la muerte a toda la humanidad. Seguramente ya habrás podido sentir y saborear el dolor que produce la muerte de algún amigo o familiar.

Cuando pierdes a un ser querido al igual que le sucedió a Abraham debes llorar para desahogar todos tus sentimientos y tratar de atravesar de la mejor manera el sendero oscuro del duelo. La muerte es un enemigo muy poderoso pero la buena noticia es que Cristo ha vencido a la muerte por medio de su sangre en la cruz del Calvario.

La Biblia afirma y garantiza que todo aquel que confíe y confiese a Jesucristo como el Señor y el Salvador de su alma, después de que la muerte le robe su último aliento aquí en la tierra, RESUCITARÁ y VIVIRÁ por los siglos de siglos ante la hermosa presencia de Dios. Cristo es la respuesta y la solución a la muerte. Cristo es el único que ante la desagradable visita de la muerte puede llenar nuestros corazones con Paz, Gozo, Seguridad y Esperanza.

Recuerda: “Si tienes a Cristo tienes la VIDA”