Hageo 1:4 “¿Es acaso para vosotros tiempo de habitar en vuestras casas artesonadas, mientras este templo está en ruinas?”.
Se sabe muy poco acerca del profeta Hageo. Él fue contemporáneo de Zacarías y el tema principal de su profecía fue sobre la reconstrucción del templo. Su intención era exhortar al pueblo para que pusieran de nuevo a Dios lo primero. Hageo deseaba que el pueblo tuviera dedicación y determinación para trabajar para Dios. El profeta quería convencerlos de que nada es más importante que el reino de Dios. El Señor en este tiempo levantó a Hageo y a Zacarías para que la nación meditara sobre las prioridades del corazón y para que terminaran de edificar el templo.
Este breve libro debería hacernos reflexionar sobre lo que estamos haciendo con nuestra vida, con nuestros recursos, con nuestro dinero y tiempo. En ocasiones vivimos enfocados en nuestros negocios, hogares y proyectos familiares, descuidando o dejando en un segundo lugar, la iglesia, el evangelio y el Reino de Dios. Qué triste cuando llenamos nuestra agenda con cosas superficiales y cuando caemos en el error de invertir nuestra vida en las cosas de este mundo, las cuales son completamente efímeras. Hemos sido llamados a servir al Señor, a predicar el evangelio a las personas y a edificar la iglesia de Cristo.
Debemos meditar y orar para que el Señor nos de mucha sabiduría. Necesitamos saber cómo vivir en medio de este mundo que trata de hacernos perder el norte y enredarnos con cosas que no apuntan hacia la eternidad y la gloria de Cristo. No es tiempo de invertir y desgastar nuestras vidas edificando nuestros hogares y levantando nuestras diminutas torres de Babel. Es tiempo de anunciar el evangelio y trabajar para que el Reino de Dios se extienda. Hermano y hermana, aunque no lo creas nuestra vida es neblina y dentro de muy poco estaremos por la eternidad con Cristo. Aprovecha bien el tiempo, vive enfocado y haz todo lo posible para que el proyecto de Dios esté en el centro de tu corazón.