Jeremías 28:9

Jeremías 28:9 “Cuando se cumpla la palabra del profeta que profetiza paz, entonces él será conocido como el profeta que el Señor en verdad ha enviado”.
 
Hablar de parte de Dios, es algo realmente serio y decir algo de parte de Dios que realmente no viene de Él, es algo realmente peligroso. Esto fue precisamente lo que hizo Hananías al transmitir al pueblo una falsa profecía. Finalmente, por su falta de temor a Dios, murió debido a su pecado. En el antiguo testamento, vemos en muchas ocasiones cómo el castigo contra los falsos profetas era la muerte.
 
Nos encontramos en pleno siglo XXI y lamentablemente, existen también muchos falsos profetas que dicen hablar de parte de Dios cuando sus mensajes realmente no vienen del corazón de Dios. Muchos de ellos siguen dando profecías y confundiendo a las personas con palabras inventadas. La gran mayoría de los falsos profetas se aprovechan y continúan con sus mentiras, porque saben que en este tiempo no se les apedrea, aunque todo aquel que dice hablar de parte de Dios, debería ser consciente de que dentro de muy poco, se verá cara a cara precisamente con Dios, y entonces sufrirá por la eternidad por las consecuencias de sus engaños.
 
Seamos muy prudentes a la hora de decir “Dios me ha dicho, Dios me ha mostrado o tengo una palabra de Dios para tu vida”. Hablar a alguien de parte de Dios, no es cualquier cosa. No seamos como los falsos profetas, y, sobre todo, no perdamos el temor a Dios en nuestros corazones. Dios ha hablado y lo ha hecho a través de su palabra. Así que, nuestra responsabilidad, es estudiar su voz por medio de las Sagradas Escrituras, solo de esta manera podremos hablar a otros de parte de Dios sin miedo a equivocarnos.