Jeremías 38:20

Jeremías 38:20 “Dijo Jeremías: oye ahora la voz del Señor que yo te hablo, y te irá bien y vivirás”.
 
Estas son las palabras que el profeta Jeremías le dijo a Sedequías, pero debido al orgullo de su corazón, no fue capaz de oír y obedecer a la voz del Señor. Este momento, nos muestra y nos recuerda cómo es la actitud y la condición espiritual en la que se encuentran los seres humanos. Dios envía a sus siervos para que anuncien y prediquen el mensaje del evangelio, pero las personas en su obstinación y rebeldía, no quieren ni oír ni obedecer a la voz del buen pastor.
 
Si tuviésemos en cuenta en todo momento los consejos y la voluntad del Señor, la cual está revelada en su palabra, todas las cosas nos saldrían bien. Cada uno de nosotros nos equivocamos y sufrimos porque vivimos y tomamos decisiones sin oír y obedecer la palabra del Señor. Necesitamos la palabra de Dios para poder experimentar el milagro del nuevo nacimiento, pero necesitamos también la palabra de Dios para caminar por este mundo con sabiduría.
 
Busca cada día la dirección de Dios para tu vida a través de la palabra. No confíes en tu sabiduría, no escuches las voces de personas que no temen al Señor y por supuesto, no sigas la voz de tu engañoso corazón. Ríndete a la autoridad de Dios y de su palabra, confía en su voluntad, la cual siempre es buena, agradable y perfecta, y todas las cosas te irán bien.