Jeremías 39:16 “Así ha dicho el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal y no para bien”.
El pueblo de Judá, no creía en las profecías que advertían claramente que, en algún momento inesperado, la ira de Dios vendría sobre ellos. Antes del día del juicio, Dios estaba enviando diferentes señales y alarmas para confirmar que su palabra era completamente cierta. Esto también sucedió con la generación de Noé. Las personas ignoraron la advertencia y la profecía y finalmente fallecieron cuando llegó el diluvio.
En nuestra actualidad, la gran mayoría de las personas no creen, rechazan, e incluso se burlan cuando les decimos que la segunda venida de Cristo está muy cerca, y que el mundo que conocemos será completamente destruido. La Biblia, afirma y nos advierte muchas veces de estar preparados para el momento en el que Cristo venga a juzgar al mundo con su justa y santa ira. Debemos estar vigilantes y en oración, porque el día del Señor, pronto llegará.
Aquellos que hemos confiado y recibido a Cristo como nuestro Señor y Salvador, estaremos seguros y a salvo, como lo estuvo la familia de Noé en el arca el día que cayó del cielo la primera gota de agua. Seamos como Edec-melec el cual escuchó y creyó la profecía dada por Jeremías y el Señor en su gracia lo salvó. Si estudias la Biblia, podrás ver cómo muchas de las señales que Dios nos ha dejado antes del fin del mundo, ya se están cumpliendo. Está atento a cada una de las alarmas y a las llamadas de atención que Dios nos está dando desde el cielo. Confía y corre hacia el arca que es Cristo y estarás a salvo el día del juicio final.