Juan 15:5 “Yo soy la vid; vosotros los pámpanos. El que permanece en mí y yo en él lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer”.
Constantemente estamos bombardeados y saturados con el pensamiento de nuestra sociedad, el cual exalta siempre la capacidad y el potencial que tiene el ser humano. Todos hemos escuchado diferentes frases motivacionales que tratan por todos los medios de elevar al máximo el ego de las personas. Esto comenzó en el huerto del Edén cuando el diablo nos engañó diciéndonos que seríamos como Dios. Este el principal problema, las personas creen en su ignorancia que pueden conseguir todo lo que se propongan a través de sus fuerzas, pero Jesús vino a darnos un mensaje totalmente diferente.
Jesús se presentó como la vid verdadera y nos dijo que nosotros somos los pámpanos. En Cristo está la fuerza, el vigor y la vida. En Cristo está absolutamente todo lo que nosotros necesitamos. Este mundo te grita constantemente:“tú puedes”; por el contrario, Jesucristo te dice muy claramente “separados de mí, nada podéis hacer”. Necesitamos estar unidos y conectados a Cristo. Necesitamos permanecer en Jesús porque él tiene todo lo que necesitan nuestras almas.
Por favor, no escuches el susurro del diablo, no te creas ninguna de sus mentiras. Huye del humanismo, no pongas tu mirada sobre ti ni tampoco confíes en tus fuerzas o capacidades. Siento decírtelo tan claramente pero no eres un gran campeón, la biblia enseña que eres un gran pecador y la solución se encuentra sólo en el Evangelio. Todos necesitamos correr hacia Cristo en arrepentimiento y fe. Solo podrás vivir la vida correctamente si estás unido a Jesús. Podrás disfrutar de la vida si estás en Cristo porque sólo Él es la vida. Si permaneces en Jesús cada día, podrás llevar mucho fruto para la gloria de Dios.