Juan 5:25

Juan 5:25 “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán”.
 
Jesús tuvo varios encuentros muy tensos con los judíos religiosos que rechazaban su identidad y autoridad como Hijo de Dios. En este capítulo Jesús presentó varias señales y evidencias que demostraban ser quien él decía que era, pero aún así ellos seguían sin creer y con sus corazones completamente endurecidos. El Señor afirmó que a través de él llegaba un nuevo tiempo en el que los muertos espirituales oirían la voz del Hijo de Dios y cobrarían vida.
 
Estas palabras muestran perfectamente cual es el estado y la condición espiritual en la que nos encontramos todos los seres humanos al nacer. El hombre y la mujer están absolutamente muertos en su espíritu, no tenemos ningún tipo de capacidad para elegir a Dios ni incluso cooperar con él, porque como dijo Jesús, estamos muertos, y un muerto no puede hacer nada. La buena noticia que presenta el evangelio es que la voz de Dios a través de su Espíritu Santo es la única que puede dar vida a aquel que está muerto en sus delitos y pecados.
 
Cuando oímos la voz de Dios por medio de la predicación de su palabra y el Espíritu Santo opera en nuestro interior, recibimos vida espiritual, en ese preciso instante es cuando oímos la voz del Señor y entonces respondemos en arrepentimiento y fe. Si crees con todo tu corazón en Jesús como tu Señor y Salvador, celebra que estás vivo espiritualmente. Dale cada día gracias al Señor porque hace tiempo oíste y hoy continúas oyendo su dulce voz a través de la palabra. Anunciemos el evangelio y confiemos en el poder del Espíritu Santo que es el único que puede dar vida a todos los muertos espirituales que tenemos a nuestro alrededor.