Juan 8:32

Juan 8:32 “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.
 
Desde que la humanidad fue expulsada de la presencia de Dios debido al pecado, la principal lucha que existe en este mundo es entre la verdad y la mentira. La caída de Adán y Eva comenzó en el terreno de la duda, la tentación y la mentira. El diablo es homicida desde el principio; él no ha permanecido en la verdad porque no hay verdad en él, solo sabe engañar y mentir porque es mentiroso y el padre de la mentira. Así que el problema es que vivimos en un mundo que está prisionero bajo un sistema de mentiras.
 
Las personas no saben realmente qué es lo bueno y lo malo, la verdad y la mentira. En medio del humanismo, el relativismo y todas las filosofías que se mueven en nuestra sociedad, el ser humano está completamente perdido en un mar de mentiras. Sólo a través del evangelio y de la palabra de Dios podremos conocer la verdad que nos hace libres. La verdad no es un argumento, la verdad es una persona, y esa persona es Jesucristo. Solo Jesús es la verdad y el único que nos puede guiar a través de la verdad. Cuando conocemos a Cristo, que es la verdad, somos libres de todas las mentiras que nos ofrece el diablo a través de este mundo caído.
 
La verdad no solo nos hace libres espiritualmente, la verdad nos hace libres de todas las prisiones, cadenas y mentiras a las que estábamos atados durante años. La verdad nos hace libres para la eternidad, pero también para el día a día. En medio de un mundo que constantemente está cambiando y que no tiene claro cuál es la verdad, nosotros podemos celebrar que conocemos y vivimos en la verdad que es Cristo. Necesitamos conocer en profundidad las Escrituras porque ellas son las que nos muestran la verdad de Dios para todas las áreas de nuestra vida. Solo conociendo la verdad podremos identificar la mentira. Gracias al amor y a la misericordia del Señor un día conocimos la verdad y la verdad nos hizo libres.