“En aquellos días no había rey en Israel y cada cual hacia lo que bien le parecía” Jueces 17:6
Estas palabras son las que más se repiten en el libro de Jueces. Podemos ver claramente las consecuencias del pecado cuando no existe un rey y una máxima autoridad que gobierne y dirija a las personas. Si el gobierno decidiera quitar la figura de los policías, los limites de velocidad y las señales de trafico te garantizo que en unos minutos nuestras ciudades se convertirían en una autentica jungla.
De la misma manera nuestras vidas acaban en un terrible caos cuando decidimos quitar las diferentes autoridades espirituales que Dios ha establecido.
Estarás completamente perdido si quitas la autoridad de las Escrituras, la voz del Espíritu Santo, el gobierno de la iglesia local o los ministerios que Dios ha establecido para cuidar, amonestar y guiar a su pueblo. Sométete a las autoridades espirituales que protegen tu corazón de la locura y el desenfreno. Los creyentes y las iglesias que no viven bajo la autoridad espiritual terminan acampando en el terreno de la decadencia espiritual.
Si miras hacia atrás podrás reconocer el caos tan grande en el que te encontrabas cuando caminabas sin Cristo por este mundo. Deja que Jesús sea el verdadero REY en tus pensamientos, sentimientos, actitudes y decisiones. Sométete a Dios y a sus diversas autoridades espirituales y tendrás una vida repleta de paz, de gozo y de muchas bendiciones.