Jueces 7:7

“Entonces el Señor dijo a Gedeón: Con estos trescientos hombres que lamieron el agua os salvaré y entregaré a los madianitas en tus manos; que todos los demás regresen cada uno a su lugar” Jueces 7:7

En esta ocasión Dios en vez de solicitar que muchos hombres se alistaran para la guerra por el contrario lo que hizo fue realizar un casting para quedarse con tan solo trescientos hombres. Dios sabía muy bien que si Israel se presentaba en el campo de batalla con miles de soldados muchos de ellos pensarían que la victoria había dependido de sus fuerzas y capacidades, por ese motivo Gedeón fue con un grupo de 300 como los espartanos.

A lo largo de la historia Dios ha demostrado constantemente que Él no necesita un ejercito poderoso para poder vencer a sus enemigos. Dios es Dios, Él puede ganar la batalla con cien, con diez, con uno e incluso solo. Esta es una verdad y una realidad que debe producir gozo, paz y confianza en nuestros corazones. Si Dios esta por nosotros ¿quien contra nosotros?

No importa cuantos enemigos te estén acechando, el Dios eterno y poderoso es tu escudo. Él siempre pelea por ti, y lo más importante recuerda que el Señor ha vencido a todos y cada uno de nuestros enemigos a través de la muerte y de la resurrección de Jesucristo. Cuando estemos en el campo de batalla y veamos en el horizonte a todos nuestros enemigos no olvidemos jamás que el invisible esta de nuestro lado.