Levítico 27:30

Levítico 27:30 “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová”

A lo largo de la historia del cristianismo el asunto de los diezmos ha sido un tema conflictivo que ha generado diversas opiniones entre los creyentes. Si deseas estudiar y profundizar sobre este tema te recomendamos ver en YouTube una predicación del pastor Moisés Peinado titulada: Mi 10 o mi todo.

En este capítulo, donde se establece el diezmo para la nación de Israel, vemos claramente que esto era algo que el pueblo de Dios debía ofrecer del producto de la tierra y del ganado de sus animales. En nuestra actualidad Dios no demanda ni exige que le entregues la décima parte de tus recursos económicos, más bien en el Nuevo Testamento, se enseñaba y practicaban las ofrendas, las cuales se entregaban con amor, sacrificio y generosidad para que el Reino de Dios siguiera extendiéndose por medio de las iglesias locales y los ministerios que eran sostenidos por las ofrendas de los cristianos.

El amor verdadero no conoce límites o porcentajes. El que ama apasionadamente no entregará su 10 porque siempre estará dispuesto a entregar su todo. Aquellos que hemos recibido el perdón de nuestros pecados y rescatados del infierno eterno amamos a Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y también con todos nuestros recursos. No caigas en la religiosidad y el legalismo de los diezmos. Entrega al Señor todo lo que puedas y recuerda hacerlo siempre de corazón y con amor, porque Dios ama al dador alegre.