Levítico 3:1

“Si su ofrenda fuere sacrificio de paz, si hubiere de ofrecerla de ganado de vacuno, se macho o hembra, sin defecto la ofrecerá delante de Jehová”. Levítico 3:1

En esta ocasión el Señor explicó cuales debían ser las ofrendas de paz o compañerismo que debían ser tomadas exclusivamente del ganado, y como era su proceso para ofrecerlas en el altar. A veces cuando leemos todos estos detalles podemos perdernos o quizás no entender nada, por ese motivo es muy importante recordar a que apuntaba cada uno de estos sacrificios y tratar de conectar el antiguo con el nuevo testamento.

La ofrenda de paz era una ofrenda que se entregaba para recordar, agradecer y celebrar que el pueblo de Israel por misericordia y gracia habían obtenido paz para con Dios. Debido al derramamiento de sangre todos sus pecados eran cancelados por medio de la muerte del animal inocente que experimentaba parte de la ira justa y santa de Dios.

Que precioso es sentir la paz y la restauración con alguien después de haber tenido un enfado y haber estado distanciado durante mucho tiempo. Esto es lo que nosotros debemos sentir y experimentar al entender que Jesucristo es nuestra ofrenda de paz. Jesús fue el cordero que canceló la ira del Padre. Gracias a la obra de Cristo en la cruz nosotros tenemos paz para con Dios. Antes éramos enemigos debido a nuestro pecado y a nuestra maldad, pero ahora por gracia somos sus hijos amados. Medita, disfruta y celebra que en este nuevo día puedes acercarte a Dios y tener una relación hermosa de paz.