Lucas 17:26 “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del hijo del hombre”.
Jesús, para explicar cómo será el momento de su regreso aquí a la tierra, comparó ese día con los tiempos de Noé y con los tiempos de Lot en Sodoma. Las personas de aquella generación se dedicaban a comer, a beber y a darse en casamiento. Sólo pensaban en el presente y daban rienda suelta a todos los deseos pecaminosos que tenían en sus corazones. Bajo el falso pensamiento del Carpe Diem, los seres humanos a lo largo de la historia, tratan de buscar la felicidad inmediata sin pensar en las consecuencias de sus pecados.
Lamentablemente las personas de nuestra sociedad son iguales o incluso peores. Vivimos creyendo que jamás vendrá Cristo y que nunca será el fin de este mundo, pero ese día, cada vez está más cerca. Todos aquellos que viven en rebeldía y de espaldas a Dios y a su voluntad, serán sorprendidos. Unos, seremos arrebatados con el Señor e iremos directamente a su presencia para disfrutar del gozo por toda la eternidad, pero otros serán juzgados y arrojados al infierno.
Este mensaje es muy duro, pero a la vez es un mensaje muy necesario. Nuestra sociedad no piensa en todo lo que sucederá después de la muerte y mucho menos, en la segunda venida de Jesucristo. Todo esto a muchos les suena a fábula o a cuento infantil, pero es la realidad y es algo que pronto sucederá. Es nuestra misión y nuestra responsabilidad advertir a este mundo que Cristo viene pronto y que sólo poniendo nuestra fe y confianza en Jesús podremos ser salvados de la ira de Dios.