Miqueas 5:13 “Destruiré de en medio de ti tus esculturas y tus imágenes, y nunca más te inclinarás ante la obra de tus manos”.
El Señor le dijo al profeta que quitaría todos los ídolos que estaban enraizados en lo más profundo del corazón. El pueblo, una vez más, había puesto su confianza en los caballos, los carros, las ciudades y sus fortalezas. Además, se habían desviado tanto que terminaron adorando a las imágenes de Asera, las cuales estaban relacionadas con el culto a Baal.
Dios a lo largo de las Sagradas Escrituras ha dejado bien claro que aborrece todo lo que está relacionado con la idolatría. Los seres humanos desde que fuimos expulsados del huerto del Edén hemos cambiado la relación personal e íntima con el único Dios vivo por la adoración de ídolos que han sido creados por las manos de los hombres. El Señor sabe que en el terreno de la idolatría no hay gozo, esperanza, ni libertad; los ídolos no tienen absolutamente nada que ofrecer a nuestros corazones.
Por ese motivo, Dios cuando se presenta en nuestras vidas, desea hacernos libres de toda clase de idolatría. Todos nuestros ídolos deben ser completamente destruidos para que podamos obtener el gozo y la paz que tanto necesitan nuestras almas. Cambia a los ídolos que gobiernan tu corazón por la bendita y maravillosa persona de Jesucristo. Jesús sí es real, Jesús sí puede escucharte, contemplarte, hablarte y caminar contigo todos los días de tu vida. Destruye los ídolos falsos de este mundo y abraza con toda tu pasión a tu amado Señor y Salvador.