Romanos 5:1 “Ahora pues, justificados por la fe tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
El libro de romanos muestra claramente la terrible condición espiritual en la que nos encontramos todos los seres humanos. En Adán todos pecamos y desde entonces estamos bajo la maldición del pecado. Todos nacemos con una naturaleza completamente depravada. La Biblia enseña que somos malos, injustos y enemigos de Dios. No tenemos nada para ofrecer y no podemos hacer absolutamente nada para reconciliarnos con Dios por medio de nuestras obras. Solo el evangelio nos ofrece la solución a través de Jesucristo.
Gracias a los méritos de Cristo ahora contamos con una nueva identidad. Por medio de su justificación tenemos paz para con Dios. Esto es realmente impresionante, sin Cristo lo que todo el mundo tiene y merece es la justa ira de Dios, pero ahora que contamos con las obras de Cristo a nuestro favor tenemos paz, comunión y una relación íntima y personal con nuestro Padre Celestial. Jamás debemos de olvidar que todas las bendiciones que tenemos son gracias a Cristo. Por Él somos aceptados como hijos, por Él somos salvos y por Él somos y seremos bendecidos desde ahora y por la eternidad.
La doctrina de la justificación es misteriosa, hermosa y gloriosa. Nosotros que éramos pecadores, culpables y merecedores del infierno ahora por los méritos de Cristo hemos sido declarados justos, santos e inocentes. Jesús no solo murió por nosotros, Jesús además vivió la vida que nosotros no hemos podido vivir. Su obediencia y justicia perfecta han sido puestas a nuestra cuenta, por ese motivo ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús. Celebra y no olvides jamás todo lo que eres y todo lo que tienes por medio de nuestro Señor Jesucristo.