Salmo 8:4 “¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?”
Este mundo constantemente exalta al ser humano, al hombre, al YO. Nuestra sociedad egocéntrica y hedonista solo nos incita a amarnos a nosotros mismos y a buscar la satisfacción personal. El hombre sin Jesús no es nada. El hombre sin el propósito de Dios en su vida tan solo se dedica a malgastar cada uno de sus días de la manera que mejor cree o puede hacerlo.
Dios, en su misericordia y en su profundo amor por el hombre, ha decidido tener un lugar en su memoria. Que maravilloso es entender que Él piensa en nosotros y que formamos parte de su recuerdo. Dios, un ser completo y perfecto, en su eternidad PENSÓ EN MI. No solo soy una criatura más en el planeta tierra, no estoy en el mundo por la unión entre un espermatozoide y un óvulo, hoy puedo sentirme valioso porque sé que estoy en la memoria del Creador de los Cielos y la Tierra.
El que existe desde siempre, el que tiene los tiempos en sus manos, el Creador de todo y el que está en todo lugar además decide VISITARME. Dios dejó su trono para visitar al hombre por medio de la persona de Cristo. Quiero recordarte a través de esta reflexión que Dios cada día nos visita, así que aparta un tiempo para estar con Él a solas, para disfrutar de su compañía, para contarle todas y cada una de tus preocupaciones, tus alegrías y tus inquietudes.