1º Samuel 17:49

1º Samuel 17:49 “Metió David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, la tiró con la honda e hirió al filisteo en la frente. La piedra se le clavó en la frente, y cayó a tierra sobre su rostro”.

Nos encontramos ante uno de los momentos más importantes en la vida de David y ante una de las historias más conocidas de todas las Sagradas Escrituras.

Muchas personas han oído hablar sobre la impresionante victoria que tuvo el joven y pequeño David ante el gigante y poderoso Goliat. Pero realmente esta batalla nada tiene que ver con el tamaño, la fuerza o la estrategia, aquí lo realmente importante es la FE y la confianza que un joven tenía en Dios.

La fe de David no estaba en las armas sino en la grandeza del nombre del Señor. David realmente no peleó para obtener una recompensa o para hacerse famoso entre los hombres, este joven fue a luchar para exaltar el nombre del Dios de Israel. Y estas son algunas de las enseñanzas principales que podemos obtener de esta impresionante historia. Nuestra mirada jamás debe estar puesta sobre los gigantes de este mundo que constantemente nos amenazan, intimidan y paralizan. Nosotros debemos conocer, contemplar y confiar en el Dios eterno y todopoderoso.

Tras esta escena podemos ver un tipo o una sombra que apunta al joven Jesús venciendo en la cruz al poderoso gigante de Satanás. Ahora cada uno de los hijos de Dios hemos obtenido la victoria. No por nuestra fuerza, por nuestro coraje ni siquiera por nuestro nivel de fe, sino que somos más que vencedores gracias a Cristo, a su muerte y a su resurrección.