Ezequiel 12:21

Ezequiel 12:21 “Vino a mi palabra del Señor”.
 
En el tiempo en el que tuvo que ministrar Ezequiel, se levantaron muchos falsos profetas los cuales daban palabras falsas al pueblo. Los profetas tienen la responsabilidad de compartir con fidelidad aquello que Dios ha dicho, pero los falsos profetas hablaban desde su propio corazón. Ezequiel tuvo que confrontar y predicar la verdad, por ese motivo, en varias ocasiones, se nos dice que la palabra que él compartía había sido dada directamente por el Señor.
 
Las personas quieren escuchar palabras que estén relacionadas con el éxito, la fama y la prosperidad, por ese motivo muchos desechan los mensajes donde se confronta, se habla del pecado, el arrepentimiento, la ira de Dios o el juicio. Al igual que sucedía en los tiempos de Ezequiel, hoy también existen falsos profetas, maestros y pastores que tratan de seducir al pueblo con palabras que realmente no proceden de Dios, sino más bien de sus propios corazones.
 
Denunciar el error es parte de un ministerio fiel. Por ese motivo, debemos orar para que Dios levante a muchos hombres como Ezequiel, predicadores que sean fieles al Señor, a su palabra y que no tengan temor a los hombres. Lo que el pueblo de Dios necesita es palabra de Dios y no palabra de hombres. Todos tenemos una responsabilidad que es juzgar los estudios, predicaciones o profecías que escuchamos. Seamos como los judíos de Berea, los cuales estudiaban en profundidad las Escrituras para conocer realmente cuál era la voluntad del Señor.