Ezequiel 13:3

Ezequiel 13:3 “Así ha dicho el Señor: ¡Ay de los que profetas insensatos que, sin haber recibido ninguna visión, siguen su propia inspiración!”.
 
Ezequiel tuvo que exhortar y reprender en varias ocasiones a todos aquellos falsos profetas que decían hablar de parte de Dios, pero realmente hablaban desde su propio corazón. Los profetas tenían la autoridad, pero también la responsabilidad de hablar solamente lo que Dios ponía en sus bocas. Los falsos profetas son aquellos que por medio de sus palabras engañan al pueblo con falsas expectativas o afirmando cosas que jamás sucederán.
 
Debemos de tener muchísimo cuidado cuando escuchamos o incluso cuando decimos expresiones como: “Dios me ha dicho; Dios me ha revelado; siento en mi corazón de parte De Dios; he tenido una visión que Dios me ha mostrado”.
Hablar en el nombre del Señor no es un juego, es algo muy serio y todos aquellos que hablan en el nombre del Señor sin que Dios les haya hablado, tendrán consecuencias por hace eso.
 
En todas las generaciones han existido los falsos profetas, pero la Biblia dice que habrá muchos en los tiempos finales que son precisamente, en los que nos encontramos en estos momentos. Debemos ser muy cuidadosos y probar todo lo que alguien nos dice supuestamente de parte de Dios. Para poder discernir a los profetas, es muy importante en primer lugar conocer el carácter y la persona de Dios y sobre todo, conocer en profundidad las Sagradas Escrituras.