Isaías 27:3

Isaías 27:3 “Acontecerá también en aquel día, que sonará una gran trompeta, vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria y los que habían sido desterrados a Egipto adorarán al Señor en el monte santo, en Jerusalén”.
 
Por medio de esta profecía Isaías nos recuerda una vez más que al final de los tiempos el mundo y su maldad serán derrotados para siempre y el pueblo escogido por el Señor será reunido para habitar con Él por toda una eternidad. Estas verdades deben estar muy presentes en nuestros corazones. Esto es algo que jamás debemos olvidar ya que estas promesas son un ancla que nos ayuda a permanecer estables en medio de todas las tempestades que se levantan contra nuestras vidas.
 
Siento decirte que con el paso de los años el mundo no irá a mejor, por el contrario, la palabra de Dios nos advierte claramente que la Tierra y la sociedad cada vez estarán más depravadas, la maldad aumentará y cada vez más oiremos y veremos cosas realmente terribles que incluso ni siquiera logramos imaginar. Pero en medio de toda esta situación y realidad la buena noticia que ofrece el evangelio es que Dios tiene un pueblo y un lugar muy especial para ese pueblo. El Dios eterno habitará junto a todo su pueblo, Él no se detendrá hasta reunir a todos los que eligió por gracia desde antes de la fundación del mundo.
 
Aquellos que hemos nacido de nuevo y estamos esparcidos por diferentes lugares del mundo algún día no muy lejano habitaremos juntos en la patria celestial con Cristo. Por fin conoceremos a nuestro fiel amado Señor y Salvador. No tengas temor y recuerda que dentro de muy poco disfrutaremos del Creador y estaremos felices, seguros y confiados por los siglos de los siglos.