Isaías 8:13

Isaías 8:13 “Solo al Señor de los ejércitos tened por santo; sea él vuestro temor, y él sea vuestro miedo”.
 
En este capítulo Isaías profetizó la siguiente invasión que sufriría Israel por parte de Asiria. Pero en medio de todo lo que iba a suceder, el pueblo jamás debía de olvidar que el Señor estaba con ellos, su presencia debía ser el ancla y la esperanza en cualquier situación. Isaías exhortó y animó al pueblo a no tener temor a los hombres ni tampoco a los poderosos ejércitos, el temor del pueblo solo debía estar sobre el Señor y su santidad.
 
En ocasiones Dios esconde su rostro y nuestros enemigos avanzan a sus anchas, pero en medio de cualquier situación y por muchos peligros que tengamos a nuestro alrededor, debemos seguir esperando y confiando en el Señor de los ejércitos, en el poderoso y temible en batalla. Como hiciera el salmista, cada uno de nosotros podemos alzar nuestra mirada cuando estamos rodeados de enemigos y esperar entre los montes a nuestro socorro. Dios ha prometido estar, acompañarnos y cuidarnos y Él jamás fallará a ninguna de sus promesas.
 
No sé cuáles son los diferentes enemigos que tratan de paralizarte, atemorizarte e intimidarte, pero no dejes que nada ni nadie te robe la paz y el gozo del Señor. Nuestros corazones solo tienen que contemplar y temer al Dios tres veces santo. Aunque escuches diariamente noticias terribles, rumores de guerras y veas que el mundo se está rompiendo a pedazos, no tengas temor, levanta tu mirada y recuerda que el cielo gobierna. Mientras que Dios permanezca sentado en su trono nosotros que somos su pueblo podemos vivir confiados.