Jeremías 43:6 “Entraron en Egipto sin obedecer a la voz del Señor”.
Dios, profetizó a través de la predicación de Jeremías y por medio de varias acciones simbólicas, que Babilonia conquistaría a Egipto. Pero, aun así, una parte del pueblo no escuchó, desobedeció y buscaron el refugio en las tierras de Egipto. El refugio de paz y seguridad que buscaba Israel, terminó siendo un lugar de caos y de sufrimiento. Egipto, a simple vista, parecía ser un lugar de poder, prosperidad y felicidad en el que habitar, pero Dios, había advertido muy claramente que sería arrasado por Nabucodonosor y todo su ejército.
Los seres humanos, y especialmente aquellos que somos parte del pueblo y de la familia de Dios en la tierra, deberíamos saber que es una locura ir en contra de la voluntad del Señor. Cuando desobedecemos su palabra, siempre sufrimos las consecuencias. En muchas ocasiones, podemos buscar nuestro Egipto en este mundo. Pensamos que personas, trabajos, dinero, propiedades o incluso ciudades, pueden ofrecernos paz, alegría y seguridad, pero se nos olvida que absolutamente todo es inestable.
Nuestra esperanza y seguridad, deben estar ancladas única y exclusivamente en el Dios eterno y su palabra. Debemos edificar nuestras vidas sobre la roca firme a inamovible que es Jesucristo. No pongas jamás tu confianza, ni busques el refugio para tu alma en Egipto. Corre cada día hacia los brazos del Señor. Recuerda que, el lugar más seguro en esta tierra, se encuentra en el terreno de la obediencia a la voluntad de Dios.