1º Crónicas 12:38

1º Crónicas 12:38 “Todos estos hombres de guerra, dispuestos para batallar, fueron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David como rey sobre todo Israel”.

Los fieles soldados que apoyaban a David de manera incondicional fueron hasta la ciudad de Hebrón para coronarlo como rey de todo Israel. Estos hombres conocidos como los valientes de David estuvieron a su lado en los momentos más difíciles de su vida. Cada uno ellos vivían con el propósito de defender, proteger y cuidar a su amado rey, muchos incluso murieron por David en el campo de batalla. Estos hombres de guerra eran hombres leales y fieles que amaban y servían a su rey desde lo más profundo de sus corazones.
De la misma manera, aquellos que somos hijos de Dios hemos reconocido y declarado a Jesucristo como el único Rey de Reyes y Señor de Señores. Cristo también cuenta con un gran ejército de hombres y de mujeres que tratan de ser fieles y leales a su persona. Si eres un verdadero discípulo y seguidor de Jesús, el propósito de tu vida debería ser amar y servir al Rey que te ha salvado de una eternidad en el infierno.

La última vez que Jesús estuvo en la Tierra los hombres se burlaron de Él colocándole una corona de espinas. Luego lo golpearon, lo torturaron sin misericordia y lo clavaron en una cruz junto a los malhechores. Pero este no fue el final, al tercer día Cristo resucitó y venció al imperio de la muerte. Ahora se encuentra sentado en el trono junto al Padre y dentro de muy poco regresará por su pueblo y todas las personas de esta tierra verán al rey con su corona de gloria. Ese día, como dice la palabra de Dios, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor.