1º Crónicas 19:13

1º Crónicas 19:13 “Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga el Señor lo que bien le parezca”.

El pueblo de Israel tuvo que luchar una vez más contra los sirios y los amonitas, así que el Rey David trató por todos los medios animar a los israelitas para que lucharan con todas sus fuerzas. El pueblo tenía que esforzarse, pero David sabía que finalmente sucedería lo que Dios quisiera. A través de esta situación, podemos ver una vez más el misterio que existe entre la responsabilidad del ser humano y la absoluta soberanía de Dios.

Estamos llamados a esforzarnos y hacer todo lo que esté en nuestra mano. Una vez hagamos nuestra parte, debemos aprender a confiar y a descansar en la soberanía de Dios. Nosotros siempre debemos hacer todo lo posible y esperar para que Dios haga lo imposible, que es la parte que a Él le corresponde. Nosotros predicamos el evangelio, pero Él es el que decide salvar, nosotros oramos y buscamos trabajo y Dios es el que abre las puertas, nosotros oramos por sanidad y Dios es el que decide o no sanar.

Debemos tener muy presente este misterio para no caer en ninguno de los dos extremos. Las cosas no las conseguiremos por nuestras fuerzas y capacidades, pero tampoco podemos vivir cruzados de brazos esperando que Dios actúe. Nosotros buscamos, nos levantamos, oramos, luchamos y nos esforzamos y a la vez esperamos, confiamos y descansamos en los planes perfectos de Dios. No olvides nunca y ten muy presente que eres responsable de hacer lo que debes hacer pero una vez hayas terminado tu parte descansa en la preciosa soberanía de Dios.