1º Reyes 17:4

1º Reyes 17:4 “Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías”

En un tiempo de gran crisis y necesidad una pobre y humilde viuda decidió con todo su corazón creer y confiar plenamente en la palabra y la promesa del Señor.
El profeta le dijo que le preparase comida con el último alimento que le quedaba porque el Señor había prometido que jamás le faltaría harina y aceite en su casa.
Es fácil dar, entregar y ofrendar cuando te sobra, pero es realmente difícil hacerlo cuando tienes muy poco. La fe consiste precisamente en confiar en el Señor, y esta mujer a pesar de su terrible situación lo hizo.

El resto de la historia muestra como Dios fue fiel a su promesa. En ocasiones, Dios también nos pide cosas para probar nuestra fe y confianza en Él. No mires lo mucho o lo poco que tienes, contempla al Señor y dale todo lo que Él te esté pidiendo. En algunas ocasiones nuestra fe será probada a través de la entrega del dinero, pero otras muchas veces quizás el Señor te pedirá una parte de tu tiempo, que seas hospitalario, que visites a personas o simplemente que obedezcas con algo que te cuesta hacer. No pongas tu mirada en la harina y el aceite, pon tu mirada en el Señor.

El camino del cristiano es un camino de fe. Por ese motivo, te animo a que puedas confiar en la palabra del Señor. Disfruta de sus tratos y de las experiencias que Él desea regalarte. Deja de llevar las riendas de tu vida, no trates de controlar absolutamente todo y arrójate confiando sobre los brazos de tu padre celestial.
Medita en este día cual es la harina y el aceite que el Señor te está pidiendo. Abre tu mano, entrégate por completo y prepara tu corazón para vivir una gran aventura con Dios.