1º Samuel 28:6

1º Samuel 28:6 “Consultó Saúl al Señor, pero el Señor no le respondió ni por sueños, ni por el Urim ni por los profetas”.

No hay nada más terrible que vivir con el cielo completamente cerrado, y esto fue precisamente lo que le sucedió a Saúl. Su decadencia espiritual lo llevó hasta un terreno de sequedad donde ya no tenía ningún tipo de comunión con Dios, a tal punto que el Señor ya no le hablaba a través de ningún medio de gracia. El pecado SIEMPRE te aleja de Dios, rompe tu relación personal con tu Padre celestial e incluso te impide sentirlo o escuchar su voz.

No hay nada más terrible que ser un cristiano y caminar una etapa del camino sin experimentar el gozo, la paz y la presencia de Dios con nosotros. La práctica del pecado y la falta de arrepentimiento rompe nuestra comunión directa con Dios. En esos momentos, la biblia queda cerrada y olvidada en una estantería, la oración ya no se utiliza y a la persona del Espíritu Santo ya no la oímos con ternura en nuestro interior.

Si estás atravesando un momento de silencio espiritual recuerda que Dios sigue estando a tu lado en este preciso instante. Él ha prometido no dejarte ni abandonarte, si te has quedado sin cobertura para oír al Señor es porque tú te has alejado de Él. En este nuevo día te exhorto y te animo a correr de nuevo hacia los brazos de tu Padre que es donde mejor puedes estar. Recuerda que cuando este mundo atrapa tu alma terminas comiendo algarrobas entre cerdos. Levántate y corre hacía la casa de tu Padre porque Él está deseando abrazarte y hablarte nuevamente cara a cara.