1º Samuel 29:7

1º Samuel 29:7 “Regresa, pues, y vete en paz, para no desagradar a los príncipes de los filisteos”.

Debido al temor que David llegó a sentir hacia Saúl hubo un tiempo que estuvo conviviendo en el terreno de los filisteos que precisamente eran los enemigos del pueblo de Israel. Ver a David en este lugar era tan extraño como ver a un pingüino por el desierto del Sahara. Cuando el corazón de David fue conquistado por el temor al hombre perdió su identidad y su propósito.

De la misma manera, cada uno de nosotros como creyentes si perdemos nuestra identidad y nuestro llamado en el Señor podemos terminar con nuestras tiendas en el terreno de nuestros enemigos. Cuando nos desorientamos y perdemos nuestro objetivo espiritual terminamos viviendo en el sistema pecaminoso de este mundo como si fuésemos uno más. Si olvidamos nuestra naturaleza como hijos de Dios podemos confundirnos y acabar en el lado de nuestros enemigos.

Recuerda que David estuvo en el terreno de los filisteos, Sansón terminó durmiendo sobre las rodillas de Dalila y Lot se construyó una parcela en Sodoma. Vigila muy bien cada día dónde estás ubicado. No olvides nunca quién eres y cuál es el verdadero sentido y propósito de tu vida. Aquellos que somos hijos de Dios estamos en el mundo, pero NO somos de este mundo. Debemos ir a contracorriente, ser luz y sal, marcar la diferencia y brillar en medio de las tinieblas y de la oscuridad de nuestra sociedad.