2º Crónicas 14:2 “Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del Señor su Dios”.
¿Has pensado alguna vez en qué te gustaría que pusieran en el epitafio de tu lápida? O, ¿qué dirán las personas sobre ti, mientras están reunidas en el tanatorio? Creo que la gran mayoría jamás hemos pensado sobre esto, pero si te detienes a pensar, en tu muerte se recordará quién fuiste y las cosas más valiosas que hiciste durante tu vida. Algo realmente maravilloso sería que las personas pudieran reconocer que fuiste un verdadero cristiano que amó y sirvió al Señor y a su generación.
Es muy hermoso ver las breves pero profundas palabras que se dicen sobre el rey Asa. La Biblia nos dice que este hombre hizo lo bueno y lo recto ante la mirada del Señor. Asa vivió con temor de Dios en su corazón y se esforzó por guardar y cumplir toda la voluntad del Señor. Debemos vivir nuestras vidas con el deseo y el propósito de agradar a Dios porque eso es realmente lo que impactará y lo que será recordado una vez que nos marchemos de este mundo.
De nada sirve que las personas nos recuerden y nos admiren por nuestros logros, estudios, éxitos o conquistas cuando todo eso con el paso del tiempo quedará en el olvido. Todo lo que edifiques para tu nombre y tu reino se perderá en este mundo. Lo más importante es que pensemos y edifiquemos en el Reino de los cielos para que todo lo que hagamos tenga su fruto en la eternidad. Te animo a reflexionar sobre lo que tus familiares y amigos podrían decir de ti, si hoy mismo fallecieras. Si amas y sirves a Dios y al prójimo, tu paso por este mundo habrá tenido un verdadero sentido y propósito.