2º Crónicas 15:12 “Prometieron solemnemente que buscarían al Señor, el Dios de sus padres, de todo su corazón y de toda su alma”.
El rey Asa, al igual que otros muchos, también realizó cambios y reformas religiosas para el pueblo de Israel. En estos momentos, él hizo una exhortación y un llamado muy importante para que todo el pueblo se comprometiera a buscar cada día el rostro del Señor. Precisamente la búsqueda de Dios es uno de los temas principales que podemos ver en el libro de Crónicas. Para Asa, buscar a Dios era confiar en cada una de las promesas que había en la Palabra, vivir en santidad y eliminar toda la idolatría pagana.
Desde que nos despertamos cada mañana y hasta que caemos rendidos por la noche en nuestra cama, estamos buscando miles de cosas. Al abrir tus ojos quizás buscas el móvil, el cuarto de baño o el desayuno. Durante el resto del día buscamos cómo ser felices, cómo encontrar los recursos para poder vivir, buscamos a nuestros amigos y familiares, buscamos qué ver en la tele y qué hacer con el tiempo que tenemos por delante. Constantemente estamos buscando cosas para hacer, pero lo realmente importante, urgente y necesario es que busquemos el rostro y la presencia del Señor.
Qué bueno sería que cada uno de nosotros, de manera sincera y genuina, al igual que hizo Asa realizáramos una promesa solemne de apartar un tiempo de calidad cada día de nuestras vidas para buscar al Señor con sinceridad y pasión.
Debemos buscar cada mañana a Dios antes que este mundo nos encuentre y nos enrede con todo aquello que nos despista. Busca a Dios en oración y a través de su Palabra para que puedas salir de tu casa lleno del Espíritu Santo.