2º Crónicas 17:3 “El Señor estuvo con Josafat, porque anduvo por los caminos que anteriormente había seguido David, su padre; no buscó a los baales”.
El rey Josafat siguió los pasos del rey David, por ese motivo, durante su reinado disfrutó de un tiempo de prosperidad religiosa, civil, económica y militar. Josafat trabajó arduamente para quitar todo rastro de idolatría, buscó con sinceridad y pasión el rostro del Señor, guardó los mandamientos de Dios y envió a maestros por diferentes zonas de Judá para que enseñaran las Escrituras al pueblo. En definitiva, podríamos decir que Josafat trajo una reforma espiritual en Israel.
A lo largo de la historia de Israel Dios ha levantado y usado a diferentes hombres para traer una reforma y un avivamiento a su pueblo. En nuestra actualidad necesitamos orar y trabajar para cuidar al pueblo de Dios como lo hizo Josafat.
Si deseamos experimentar la prosperidad, las bendiciones y el avivamiento de Dios en nuestras vidas y en nuestras iglesias, debemos quitar los ídolos que este mundo trata de imponernos, buscar la presencia de Dios y volvernos de nuevo a las Escrituras.
Oremos, luchemos y trabajemos para que Dios, en pleno siglo XXI, siga levantando a hombres y a mujeres fieles que anhelen una reforma espiritual. Solo cuando ponemos a Dios en el centro de nuestras vidas y de su iglesia comenzamos a experimentar y a disfrutar de sus bendiciones.