2º Crónicas 8:2 “reedificó además las ciudades que Hiram le había dado, y estableció en ellas a los hijos de Israel”.
A lo largo de este capítulo se nos muestra cómo el reino de Salomón se fue extendiendo por muchos lugares. Con el tiempo el rey fue edificando ciudades y conquistando nuevos territorios. Su fama, su poder y su gloria aumentaban poco a poco con los años. Su reino tuvo mucha prosperidad, paz y seguridad. Aunque también es cierto que siglos después absolutamente todo lo que había edificado y conseguido desapareció.
Más adelante, llegó otro rey el cual poco a poco fue extendiendo su reino por este mundo. Ese rey se llama Jesucristo y a diferencia de Salomón, su reino no tiene fin porque es eterno. Jesús vino para anunciar la llegada del Reino de Dios a la tierra, pero también a los corazones. A través del poderoso mensaje del Evangelio nosotros podemos seguir dando a conocer el maravilloso Reino de Dios en este mundo. Son muchas las personas que necesitan urgentemente conocer el reino de Dios y a Jesucristo, el Rey de reyes.