2º Crónicas 9:22

2º Crónicas 9:22 “El rey Salomón superó a todos los reyes de la tierra en riqueza y en sabiduría”.
 
Probablemente a lo largo de la historia no haya existido un hombre con más riqueza y sabiduría que el rey Salomón. Las personas viajaban desde diversos lugares para ver si todo lo que se decía sobre Salomón era real. Este, por ejemplo, fue el caso de la reina de Saba, la cual regresó a su ciudad reconociendo que Salomón tenía mucho más de lo que le habían contado. Tanto la prosperidad como, sobre todo la impresionante sabiduría de Salomón, era algo que maravillaba a todo el mundo.
 
Tenemos que saber que las grandes riquezas que llegó a tener Salomón equivalen a una pequeña hucha de las que tiene Jesucristo en el cielo. No podríamos hacer una lista para contar las riquezas y el patrimonio que tiene el Rey Jesús, ya que Él es el dueño de absolutamente todo lo creado. De la misma manera, Cristo es el dador de la sabiduría ya que no hay nada que Él no sepa. Cuando estemos delante de la hermosura y la grandeza de Jesús quedaremos sorprendidos al ver las riquezas de su reino y todas nuestras preguntas serán respondidas. Todo lo que nos han contado e incluso todo lo que nos hemos imaginado, será insuficiente con la realidad.
 
La reina de Saba estuvo unos días impresionada mientras conocía parte de las riquezas y de la sabiduría de Salomón, pero nosotros, aquellos que somos hijos de Dios, pasaremos una eternidad impresionados disfrutando de las riquezas, la sabiduría y sobre todo de la persona de Cristo. Gracias a la obra de Jesús en la cruz del Calvario sabemos que no estaremos de visita en el Reino de Dios, por el contrario, tenemos la seguridad, el gozo y la esperanza que en la casa del Señor moraremos por largos días.