2º Reyes 18:5

2º Reyes 18:5 “Ezequías puso su esperanza en el Señor, Dios de Israel”.

En medio de la decadencia espiritual Dios siempre ha tenido un remanente fiel de hombres y mujeres que se han mantenido en integridad para el Señor. Ezequías fue uno de los reyes de Judá que restauró la espiritualidad del pueblo a pesar de ser amenazado por los poderosos y temibles asirios. Ezequías demostró ser un hombre que confiaba, dependía y se aferraba a Dios en todo momento. Su reinado no fue fácil ya que tuvo muchas dificultades y oposición, pero su esperanza estaba anclada en el Señor.

Nosotros estamos viviendo también en un tiempo de decadencia espiritual, de inmoralidad y de apostasía. Estamos rodeados de muchos enemigos que tratan por todos los medios de atacar el nombre de Jesús y de detener el hermoso mensaje del evangelio. Pero en medio todo este contexto Dios sigue contando con un grupo de hombres y de mujeres que permanecen firmes y valientes como Ezequías. No podemos atemorizarnos ante las terribles noticias que escuchamos diariamente, nosotros debemos confiar, depender y descansar en el Señor.

Qué importante, valioso y necesario es tener anclada nuestra esperanza en Dios.

La esperanza es la paz que controla nuestros pensamientos y nuestros corazones en medio de las diferentes tempestades que azotan nuestras vidas. Nuestra esperanza no está puesta sobre algo sino sobre alguien. Dios es nuestro Padre, Él siempre cuida de nosotros y todo lo que suceda está bajo el control de su soberanía. Como dice la Palabra, aquellos que confían en el Señor son como el monte de Sion, que no se mueve y permanece para siempre.