2º Samuel 24:15

2º Samuel 24:15 “Después que David censó al pueblo, le pesó en su corazón; y dijo David al Señor: He pecado gravemente por haber hecho esto; pero ahora, oh Señor, te ruego que quites el pecado de tu siervo, porque he actuado muy neciamente”.

En la recta final de su reinado, David cometió el error de contar a todo el pueblo. Quizás puedas pensar que este es un detalle insignificante pero realmente fue un terrible pecado que trajo severas consecuencias y miles de muertos. Tras esta acción, realmente en lo profundo del corazón, que por cierto ese lugar solo lo conoce Dios, David estaba recreándose en el orgullo y la jactancia de pensar que él mismo había logrado el éxito de levantar un pueblo grande y poderoso.

El hecho de contar al pueblo muestra que David cayo en la altivez; además en ese momento estaba poniendo su deleite y su seguridad en todo lo que poseía. En otro tiempo el mismo David fue el que dijo que no debíamos confiar en los jinetes y en los caballos; ahora por el contrario su confianza y su alegría estaba en todo lo que tenía bajo su control. Jamás debemos olvidar que absolutamente TODO lo que tenemos no es el resultado de nuestras capacidades y de nuestros logros, finalmente es el Señor el que nos da la capacidad, la sabiduría, incluso la salud para conseguir todo lo que tenemos.

En ocasiones podemos hacer un censo del dinero, las propiedades, los bienes, la familia, incluso hasta de las personas que forman parte de la congregación a la que pastoreamos. Cuidado cuando nos jactamos y enorgullecemos contemplando lo que tenemos o lo que hemos conseguido con el sudor de nuestra frente. Seamos humildes, adoremos al Señor y reconozcamos en todo momento que lo mucho o poco que tenemos procede de su mano bondadosa.
No pongas tu alegría, tu confianza y tu seguridad en nada ni en nadie, dile a tu alma que contemple al Señor para que solo Él sea la roca de tu salvación.