Amós 2:12

Amós 2:12 “Más vosotros disteis a beber vino a los nazareos, y a los profetas les ordenasteis: no profeticéis”.

Cuando Amós terminó de dar su profecía contra las naciones paganas, se dirigió al pueblo de Israel para confrontarlos con sus pecados y advertirles del juicio que también ellos recibirían de parte de Dios. Al abordar el pecado de Israel, Amós se centró principalmente en el quebrantamiento del segundo gran mandamiento:“amar a tu prójimo como a ti mismo”.

Amós expuso los pecados sociales de la nación antes de abordar los pecados religiosos contra Dios. Debido a que las personas no eran justas y no se trataban bien entre ellas, la relación con Dios estaba completamente rota. Debemos entender que los pecados que cometemos entre las personas en un plano social, afectan a las vidas y a un país entero en el terreno espiritual. Hay un vínculo inseparable entre amar a Dios y al prójimo. Lamentablemente nuestro contexto y nuestra realidad no es muy diferente a la que se estaba dando en estos momentos de la historia.

Si nos rebelamos contra Dios y constantemente despreciamos su gracia, entonces merecemos el juicio divino. Por todo esto nuestro país y las personas de este mundo necesitan desesperadamente el poderoso mensaje del Evangelio. Solo la obra eficaz del Espíritu Santo puede transformar de manera radical una vida, e incluso un país, como sucedió en Nínive a través del profeta Jonás. Es cierto que el panorama tanto social como espiritual en España y otros países no es muy positivo, pero aún hay esperanza porque todavía no ha llegado el juicio y seguimos contando con la misericordia y la gracia de Dios.